MEMORIAS Y REFLEXIONES DE TERESITA BRAVO MALCA
La algarabía y aplausos del
público sumado a la sonrisa y emoción de mis padres son algunos de los mejores
momentos que la marinera me regaló. Creo que a todos los trujillanos nos ha
pasado que cuando empezamos a sentir el redoble de tambores de nuestra marinera
el corazón late al compás, nuestra cabeza empieza a moverse ligeramente o
nuestros pies a llevar tan pegajoso ritmo que se siente hasta el corazón, todo ello lo vivo desde que tengo uso de
razón.
Tenía cinco años cuando me
sumergí en el apasionante mundo de nuestra danza bandera guiada de la mano del profesor Luis Alza,
desde ese entonces soñé con ser campeona del Concurso Nacional de Marinera,
quedando cuatro veces finalista representando a la academia del reconocido
Chino Calderón. Llegué a obtener el primer lugar en el Campeonato Nacional en
Chiclayo en el año 84 y ser ganadora del concurso de la Fongal Cajamarca en el
año 87. Cada triunfo o derrota avivó más en mí el deseo de compartir con los
demás ese sentimiento al mover el pañuelo en el aire y sacar chispas al suelo.
Actualmente como Titular de la Dirección Desconcentrada de Cultura La Libertad
he tenido la gran oportunidad de hacer ese sueño realidad.
Hace dos años consecutivos la
sede regional del Ministerio de Cultura, bajo mi gestión, viene desarrollando el programa denominado “La
Marinera al encuentro con el pueblo”, el cual busca promover e incentivar la
práctica y valoración de este saleroso baile mediante la participación de
bailarines y campeones de marinera en centros educativos de la región y también
en el Asilo de Ancianos San José. De igual modo somos coorganizadores del
evento “Marinera en la plaza”, un espectáculo abierto a toda la población realizando
por tercer año consecutivo en la Plaza de armas de Trujillo y que en el 2013
convocó a más de doce mil personas quienes aprendieron a bailar marinera en tan
solo 5 minutos, gracias al campeón de marinera y organizador del evento Ricardo
Llerena.
Pero ¿Por qué bailar marinera?
Además de ser una danza de ritmo alegre y contagioso la marinera forma parte de
nuestra cultura, forma parte de la esencia de los trujillanos y peruanos,
identificándonos como tales. Considerada Patrimonio Cultural, la marinera
además, mediante el Concurso Nacional de Marinera, celebrado todos los años en
nuestra ciudad, trae consigo una serie de beneficios turísticos y económicos al
país, poniéndonos ante los ojos del Perú y ¿Por qué no? También del mundo.
Ágil, alegre, elegante y espontánea,
así es nuestra marinera. Es un deber y derecho de los peruanos aprenderla y
disfrutarla, que tus hijos y los hijos de estos conozcan y bailen la marinera,
no dejemos que nuestra tradición se pierda en el tiempo, y peor aún sea
reemplazada por otras ajenas a la nuestra. No hace falta tener un vestuario
especial, ni ser un campeón nacional, sólo basta sentirse orgulloso de ser
peruano y dejarse llevar por ritmo y compás. Que la marinera no se baile al
final de la fiesta, que siempre sea primero.
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